Un centenar de pensamientos y emociones pueden amenazar con abrumar a una mujer cuando se entera de que está embarazada. Multiplícalo por mil si el embarazo no es planeado. Cuando aún no esperas tener un hijo, lo que debería ser algo hermoso y alegre de repente se vuelve aterrador. Hay tantas preocupaciones volando por tu cabeza que no puedes seguir el ritmo. ¿Cómo puedo criar a un hijo? ¿Tendré que hacerlo por mi cuenta? ¿Esto pone mi futuro en suspenso? ¿Puedo permitírmelo? ¿Qué pensarán mis amigos y familiares? ¿Qué hago?
En primer lugar, respira hondo.
Va a estar bien. Sabemos que esta es una experiencia abrumadora, así que aunque pueda sonar tonto y obvio, es importante recordar respirar. Las respiraciones profundas y relajantes pueden centrar tu mente y ayudarte a concentrarte en una cosa a la vez. Porque tienes opciones, y mirar cada opción con la cabeza despejada puede ayudarte a entender cuál es el mejor camino para tu futuro y el futuro de tu hijo por nacer.
En segundo lugar, analice sus opciones.
Cuando se trata de un embarazo no planificado, no hay nada más importante que comprender completamente los aspectos positivos y negativos de cada una de las siguientes opciones. Puedes hacerlo haciéndote preguntas y luego buscando el consejo de un profesional.
- Crianza
- ¿Estoy listo para criar a un hijo?
- ¿Tengo los recursos económicos para mantener al niño?
- ¿Tendrá mi hijo una figura paterna en su vida?
- ¿Quién puede ayudarme a criar al niño?
- Aborto
- ¿Cuáles son los riesgos para la salud de un aborto?
- ¿Qué pensarán mis amigos y familiares de esta decisión?
- ¿Es realmente la mejor solución?
- ¿Cuánto cuesta?
- ¿Me arrepentiré de esta decisión?
- Adopción
- ¿Cuál es el proceso de adopción?
- ¿Podré ver a mi hijo después de que sea adoptado? ¿Puedo involucrarme en su vida?
- ¿Tiene algún costo?
- ¿Qué pensará mi hijo de mí?
- ¿Quiero que otra familia críe a mi hijo?
Algunas de estas preguntas solo tú puedes responderlas. Sin embargo, muchas de ellas pueden y deben ser respondidas por un profesional sanitario o de adopción.
En tercer lugar, hable con médicos, consejeros y profesionales.
Acude a tu médico, a una clínica, a un terapeuta, a cualquier persona que tenga el conocimiento para ayudarte a superar esta experiencia. Pueden guiarlo adecuadamente a través de cada pregunta y decisión que tiene que tomar al brindarle información sobre cada opción.
Si estás considerando la adopción como un camino posible, hay muchas agencias de adopción, como la Fundación St. Elizabeth, que te guiarán a través del proceso de adopción con una mano cálida y acogedora. Nuestra prioridad es su hijo por nacer y usted. Para encontrar la mejor casa que pudieran pedir, con la mejor oportunidad de un futuro brillante. Obtenga más información sobre qué esperar aquí.
Por último, acepta tu decisión.
Puede ser difícil aceptar su decisión. Pase lo que pase, es posible que siempre desees que las cosas hubieran sido diferentes. Pero el tiempo cura muchas heridas, y saber que has hecho lo mejor para ti y tu hijo es el consuelo que necesitas.